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Virginia Protopapadaki

Hôpital de San Isidro (juillet-aout 2015)

 

Suite à des études et à un stage de psychologie à Paris et, également, après quelques années de travail clinique à Athènes, est né en moi le désir d’enrichir mon expérience à Buenos Aires; ville qui est renommée pour sa grande tradition de réflexion et d’approches psychanalytiques. Ainsi, j’ai été très bien accueillie, durant deux mois, au sein de l’équipe de santé mentale de l’Hôpital General de San Isidro, sous la direction du Dr Belaga.

L’équipe s’est toujours rendue disponible pour répondre à mes questions sur le fonctionnement de l’hôpital, le système éducatif argentin, la formation des psychologues et des psychiatres, tout ce qui concerne les patients et, en général, les informations que je ne connaissais pas pour leur nouveauté. J’ai eu l’occasion d’assister aux entretiens avec les patients et leurs familles, aux entretiens d’admission pour les patients externes, à quelques ateliers, aux «interconsultas de piso » et aussi aux cours et présentations de cas cliniques.

Les patients venaient dans un état d’urgence et grâce à l’organisation exemplaire et aux réunions d’équipe quotidiennes, définissaient des parcours personnalisés comprenant des buts spécifiques pour chaque patient. J’ai observé comment la clinique de la parole peut fonctionner avec succès dans un hôpital général où domine un travail d’équipe qui écoute l’histoire de chaque patient et dirige un accompagnement analogue à la particularité de chacun. Ce qui caractérise le travail de l’équipe de santé mentale de San Isidro est un axe qui traverse les questions de traitement, du transfert et du travail avec la famille.

J’ai aussi été très intéressée par les questions culturelles, la relation de l’équipe avec les patients, la familiarité que les patients ont avec un hôpital publique et aussi avec la psychanalyse et le vocabulaire psychanalytique. En outre, tous les cours et les échanges entre psychologues et psychiatres étaient très intéressants et m’ont beaucoup aidée à avoir un regard plus sphérique. Enfin, les ateliers m’ont beaucoup aidée à renouveler mes idées et à les appliquer au sein de l’institution dans laquelle je travaille à Athènes.

Ce fut une expérience vraiment très enrichissante pour moi. J’ai appris énormément dans le domaine de la psychiatrie, j’ai amélioré la langue, j’ai connu la ville de Buenos Aires et de nouvelles personnes qui ressemblent beaucoup aux grecs. Je voudrais remercier madame Elkin de m’avoir donné cette opportunité et l’équipe de l’hôpital de San Isidro pour sa patience et son accueil chaleureux.

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Hospital Materno-Infantil de San Isidro, Junio – Agosto 2013

Unas palabras para agradecerles por su calida bienvenida y hospitalidad. Durante dos meses, fue un placer mirar, observar, escuchar, descubrir el trabajo de cada uno y participar en la vida del hospital. Mi dominación del castellano estando aproximativa, me parece que no pude, durante mi estancia, describirles justamente mi experiencia en su equipo de trabajo. Con este papel me gustaría hablar de unos elementes que me llamaron la atención y que me sirven para pensar y enriquecer mi identidad profesional.

Para los que todavía se preguntan lo que estaba haciendo en el hospital, hay que presentarme brevemente. Soy psicóloga recién recibida de la universidad Paris Descartes, donde hice una especialización en psicología clínica del niño y adolescente. Mis periodos de prácticas fueron realizadas en servicios de psiquiatría parisinos, con equipos pluridisciplinarios como se pueden encontrar en San Isidro (psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales, médicos, especialistas en psicomotricidad, ortofonistas,…). He participado en varios programas de tratamiento siguiendo una orientación psicoanalítica, realizando entrevistas clínicas de consulta y de apoyo, evaluaciones psicológicas con las técnicas protectivas, y también formándome a la practica de la mediación en grupos terapéuticos. Durante mi ultimo ano en la universidad, me interesé también en la psicología transcultural. Había que trabajar, a partir del encuentro con pacientes migrantes, sobre el tema de la “diferencia”. El psicólogo lo sabe mas que todos, cuando encontramos a una persona “diferente” por su cultura – en su sistema de representación, simbolización y de relación al otro – pueden surgir interrogaciones y incomprensiones en la utilización de nuestros instrumentos de trabajo. Nuestras practicas dependen de un contexto cultural definido, y a veces olvidamos que ellas no están siempre adecuadas ni pertinentes. Por eso quería salir de los limites de mi formación francesa, enfrentarme a esta “diferencia” y descubrir practicas distintas. Como esta ser psicólogo al otro lado del mundo? Elije Argentina, donde la psicología y el psicoanálisis ocupan un lugar preponderante.

En el hospital tuve la oportunidad descubrir varios servicios y actividades: el proceso de admisión en el consultorio externo (primera entrevista, hora de juego diagnostica, entrevista de devolución) – aun que no pude observar las tres etapas para un mismo paciente – ; la sala de juego; el consultorio en el servicio de maternidad; el programa de la pasantía y los supervisiones semanales. Dos meses son poco para participar en todas estas actividades, pues solamente quería tener una idea de lo que se hace en el hospital y volver a Europa con nuevas representaciones de nuestro trabajo.

            El idioma - Entender y hablar el castellano fue un trabajo bastante difícil para mi. Sin embargo, pude entender casi todo, por la similitud con el francés, y también por los mismos conceptos teóricos psicoanalíticos que ya estuve estudiando en Paris. A veces cuando me costaba mucho entender y seguir lo que se decía, me ponía atenta a todas las características no verbales del idioma. Creo que cada idioma condiciona la manera de encontrar a otros. Contrariamente al francés que es un mas un idioma de monólogos, me parece que el castellano favorece la relación y el intercambio con el otro. Los gestos amplios, las entonaciones, los besos asociados al tuteo espontáneo muestran las emociones de él que esta hablando, también su apertura y receptividad. Eso lo pude observar en los reuniones de equipo y en los encuentros clínicos, donde la relación psicólogo-paciente ya esta definida por esta expresividad.

            La relación terapéutica - En los varios servicios me pareció interesante observar el “cuadre” en el que se encuentran los pacientes y las características de la relación psicólogo-paciente. Obviamente cada encuentro es distinto en la relación transferencial que se establece, pero creo que hay unos elementos comunes.

En el consultorio externo por ejemplo, me llamó la atención los numerosos pacientes esperando a su turno cada mañana. Tengo la impresión de que la decisión de consultar a un psicólogo forma parte de la sociedad y es una opción para todos, a veces una emergencia. Pero para algunos, esta facilidad con la que vienen no dura en el tiempo, como lo muestra el absentismo a las sesiones siguientes. Obviamente observé eso también en Francia, pero me llamó mas la atención acá, por el contraste entre la presencia “fuerte” de algunos pacientes en el primer encuentro, y después su ausencia. Mi impresión es que se habla mucho, fácilmente y con confianza en el consultorio. Tanto el pudor como el recelo parecen dejados de lado. Los pacientes, llamados por sus nombre en la sala de espero, entran y empiezan hablar sin preocuparse de las notas que escriben las pasantes. También en el servicio de maternidad, las pacientes hablan aunque comparten sus habitaciones.

Creo que es también por el trabajo del psicólogo que se puede ver tanta fluidez en la relación terapéutica. No hay el miedo de acercarse al paciente. En los servicios donde trabajé en Francia, aprendemos a mantener una distancia importante y también una cierta rigidez en los encuentros clínicos. No se escriben notas en los entrevistas, los contactos físicos son evitados, también pensamos mucho – y a veces demasiado – en aceptar o no algo del paciente (por ejemplo los regalos de los niños). Tenemos el miedo de que el paciente se vaya o se sienta perseguido por la relación, y hay la impresión que esta actitud es la única manera en la que se puede trabajar. En San Isidro pude observar otro modo de establecimiento de la relación terapéutica, en el que se puede jugar más con los limites del “cuadre” del encuentro. Fue my interesante trabajar con notas clínicas muy precisas sobre las entrevistas o las sesiones de la sala de juego. También me acuerdo de esta entrevista en el servicio de maternidad con una paciente que estaba compartiendo una habitación con dos chicas. En lugar de ver esta situación como una falta de intimidad, se trabajó con estas condiciones y surgió en la entrevista una identificación muy fuerte entre las tres chicas. Podemos pensar que la paciente pudo hablar, sostenida por las otras. Me parece que con esta flexibilidad en sus intervenciones, el psicólogo puede hacer un trabajo dinámico y creativo.

El trabajo con la teoría psicoanalítica - Me llamó también la atención el uso de la teoría psicoanalítica en el hospital. De mi experiencia en Paris, los psicólogos que tienen una orientación psicoanalítica hoy en día encuentran a obstáculos en los servicios de psiquiatría. No está por la presencia de varias orientaciones (creo que se puede trabajar con el punto de visto de cada uno), sino por la desvalorización que conoce este instrumento de trabajo. A varios profesionales les parece inadecuado hoy en día, por ejemplo por las terapias largas que implica. Entonces algunos psicólogos, que no están escuchados por su trabajo, o dejan de luchar y “truncan” sus interpretaciones y opiniones, o siguen su practica de una manera muy rígida en la que se corta el diálogo con otros profesionales. Por eso en San Isidro me gustó estar en un equipo de psicólogos donde todos tienen el mismo compromiso en esta orientación. El trabajo de cada uno tiene un sentido que puede ser compartido y sostenido por el equipo.

También tengo la impresión de que la psicoanálisis tiene un lugar importante el la sociedad, y eso se puede ver con los pacientes. Me acuerdo de la receptividad con la que algunos padres escuchaban interpretaciones o a veces proponían explicaciones a lo que les está pasando. Me parece que hay una forma de “armonía” entre el paciente y el psicólogo en pensar y “vivir” con los conceptos psicoanalíticos.

El en hospital me gustó observar nuevas prácticas de orientación psicoanalítica, por ejemplo en el lugar preponderante que tiene el juego en los cuidados. Fue interesante descubrir los objetivos de la Sala de Juego como espacio de transitoriedad, y también los de la Hora de Juego Diagnóstica en el consultorio externo. En el proceso de admisión que conozco, no hay siempre un tiempo dedicado solamente al niño que viene consultar (aparte de cuando son realizados los tests psicológicos). Usualmente la admisión se constituye de una entrevista con el niño y su familia, y la identificación al niño puede ser bastante difícil por la necesidad de estar atento a todos. También fue nuevo para mi trabajar con pacientes madres y me pareció interesante pensar el tema de la feminidad en la relación transferencial/contra-transferencial a estas pacientes.

La formación profesional – Me gustó descubrir y participar en la dinámica del equipo de psicólogos del hospital. Trabajar con tantos psicólogos fue una experiencia linda y nueva para mi. Como lo dije, me parece que el trabajo de cada uno esta compartido con los otros, asíque se puede observar una cohesión grupal cuando se junta el equipo. Por ejemplo, los supervisiones semanales no son solamente informes sobre lo que esta pasando con un paciente: los “casos” que están presentados permiten a cada uno participar y pensar como si el paciente fuera el suyo. Son todos como espejos que intercambian ideas y sentimientos, y así permiten a las colegas avanzar. Por la presencia de un supervisor exterior, se puede también hacer un trabajo importante entre la clínica y la teoría, y interrogar la pertinencia de las intervenciones clínicas.

También me parece que hay, en el hospital, un lugar de transición entre la universidad y el ejercicio profesional. Tengo la impresión que las sesiones de la pasantía son oportunidades para los psicólogos jóvenes de ser estudiantes todavía, preguntando, aprendiendo, probando, investigando lo que se hace en el hospital, en un espacio contenido. Por eso, si hubiera algo que recordarme de mi experiencia, seria que el psicólogo no trabaja solo.

Estas ideas son solamente unas impresiones de mi experiencia en el hospital con ustedes. Me hubiera encantado quedarme mas tiempo para mejorar mi castellano y poder contribuir en su trabajo. A pesar de todo, esta pasantía me sirvió mucho porque descubrí practicas distintas de las que aprendí. Si hablo mucho de diferencia, es obviamente porqué también encontré en el hospital muchas cosas similares en nuestro trabajo. Pude identificarme a ustedes psicólogos y, gracias a su ayuda, me sentí en confianza para aprender. Fue un placer conocer a cada uno y les agradezco mucho por su generosidad durante estas semanas. Están bienvenidos en Londres o Mauricio cuando quieran. Besos para todos.

 

Aarti Banymandhub

aarti_banymandhub@yahoo.fr

 

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Stage de psychologie à l’Hôpital Bernardino Rivadavia (Buenos Aires, août-décembre 2012)

 

Etudiante en Master 1 de Psychologie à l’Université Paris 7, j’ai choisi de réaliser mon stage obligatoire en Argentine. J’étais en effet désireuse de vivre quelques temps dans ce pays que des liens familiaux m’avaient déjà rendu familier depuis l’enfance, et il me semblait aussi intéressant de voir comment se pratiquait le métier de psychologue dans ce pays à la fois si éloigné et si proche de la France.

Après quelques rebondissements administratifs, mon projet de stage a été validé par l’Université, et grâce à l’aide de Susana Elkin et Cécile Stola, j’ai pu rentrer en contact avec le Docteur Ferreira, chef du service de Santé Mentale de l’Hôpital Bernardino Rivadavia de Buenos Aires. Celui-ci a tout de suite accepté de m’accueillir dans son service, où j’ai donc effectué un stage de quatre mois entre août et décembre 2012.

J’ai assisté principalement aux activités de l’équipe «Adultos 1», qui s’occupe de patients âgés entre 20 et 40 ans: entretiens d’admissions, quelques suivis individuels, supervisions cliniques, cours théoriques. Mon tuteur, Alberto Saúl, psychologue-titulaire, s’est toujours montré très disponible à mon égard, et j’ai beaucoup appris à ses côtés, lors d’entretiens avec les patients, de supervisions, ou de discussions plus informelles.

J’ai aussi pu participer aux activités des autres équipes du service de Santé Mentale, au sein desquelles j’ai toujours été reçue avec beaucoup de gentillesse: Enfants et adolescents, Psycho-diagnostique, Groupes, Psycho-somatique, Interconsultations. Cette rotation entre les équipes a été particulièrement enrichissante, car elle m’a permis de découvrir différentes pratiques du métier de psychologue en milieu hospitalier, ce qui m’aidera sans aucun doute à orienter mes futurs choix professionnels.

Au cours de ces quatre mois, c’est avec un grand intérêt que j’ai partagé le quotidien de ces psychologues de «terrain», qui travaillent dans des conditions matérielles difficiles avec des patients dont les symptômes s’ancrent souvent dans des problématiques sociales complexes, ce qui met parfois à mal la continuité du traitement. Cela m’a ouvert les yeux sur certaines difficultés du métier de psychologue et m’a permis de réfléchir aux limites de la thérapie, dont il est important d’avoir conscience.

Dans ce contexte, j’ai particulièrement apprécié le système des supervisions cliniques dont bénéficient les professionnels de chaque équipe. Le fait de pouvoir échanger au sein de l’équipe, entre médecins et psychologues, mais aussi avec un professionnel extérieur à l’hôpital m’a paru important, et très formateur.

Par ailleurs, j’ai également découvert là-bas une relation plus directe entre le psychologue et le patient, qui se tutoient et se saluent d’une bise comme il est d’usage en Argentine. Si cela m’a un peu surprise au début, il me semble finalement que cela peut aider certains patients à se sentir en confiance et à s’ouvrir au thérapeute.

Pour ma part, j’ai aussi bénéficié en tant que stagiaire de ce climat d’ouverture, puisqu’on m’a donné l’opportunité de prendre part activement aux entretiens d’admissions et à certains suivis individuels en posant librement des questions aux patients.

Enfin, je retiens aussi de mon passage à l’Hôpital Rivadavia la découverte de la sociabilité argentine, les moments de convivialité partagée autour d’un maté, les échanges avec de jeunes professionnels dont certains sont devenus des amis.

Je tiens donc à remercier l’Association franco-argentine de Psychiatrie et de Santé Mentale, le Docteur Ferreira, ainsi qu’Alberto Saúl, qui m’ont permis de réaliser mon projet et d’en faire une expérience inoubliable, tant sur le plan professionnel que personnel.

Projet d’échange franco-argentin

ISABELLE SALMONA – PROJET D’ECHANGE FRANCO-ARGENTIN EN PSYCHIATRIE – 2009
 

Le but de ce projet est de :

-Faciliter les démarches aux internes souhaitant faire valider un stage en Argentine  dans leur cursus de psychiatrie, en ce basant sur les expériences positives déjà réalisées par plusieurs internes d’Ile de France.
-Aider à organiser au mieux le séjour des internes argentins effectuant un stage en France.

 

Direction  France Argentine

L’organisation actuelle de l’internat en France ne permet pas d’effectuer un stage à l’étranger de manière validante. Toutefois, il existe en Ile de France au moins, des budgets dénommés « budgets sac à dos » qui permettent chaque semestre à 5 internes de partir effectuer un stage à l’étranger, sur accord du coordinateur du DES et après examen du dossier par la Drass.
Notre but est donc de faciliter les démarches des internes souhaitant demander ce budget pour effectuer un stage en Argentine.
Pour cela, nous nous proposons :
-Faire connaître au coordinateur du DES d’Ile de France (Pr Ades) les éxpériences des internes déjà reçu en Argentine, afin de négocier son accord.
-Faire connaître également au niveau de la DRASS l’existence du stage.
 -Compte-tenu du nombre limité de budgets disponibles (5 par semestre pour la totalité des internes d’ile de France toute spécialité confondue) il paraîtrait intéressant de voir si par ailleurs, une validation du stage peut être demandée et obtenue indépendamment du budget. L’interne qui le souhaite pourrait ainsi effectuer son stage à l’étranger, en le finançant par ses propres moyens, mais sans se trouver dans l’obligation de poser une disponibilité et donc sans perdre de temps au niveau de son cursus. 
-Il serait souhaitable que les internes souhaitant partir sur une disponibilité puissent toutefois continuer à le faire.
 

Le terrain de stage privilégié serait donc l’hôpital de San Isidro, avec la possibilité d’en adjoindre d’autres institutions si le nombre de stagiaires devenait plus important. 

 

Direction Argentine-France

La maquette de l’internat en Argentine prévoit au cours de la 4ème année la possibilité d’effectuer un stage à l’étranger. Plusieurs internes Argentins sont donc intéressés à venir effectuer un stage à Paris. Notre idée serait donc de pouvoir proposer (pour les internes souhaitant se rendre en région parisienne): 

-Assurer un terrain de stage  dans lequel l’ensemble de l’équipe se porterait volontaire pour accueillir l’interne.
-Essayer au maximum de favoriser l’accès à un poste de FFI
-Essayer de faciliter le déroulement matériel du séjour, notamment en essayant de trouver des solutions d’hébergement (voir avec l’hôpital Sainte Anne, la maison de l’Argentine à la cité universitaire)
-Faciliter l’intégration des internes stagiaires au sein des promotions d’internes parisiens (invitation aux événements organisés par l’association parisienne des internes en psychiatrie notamment)

STAGES ET ECHANGES FRANCO-ARGENTINS

A l’intention des internes en psychiatrie désireux d’effectuer un stage en Argentine – 2010

Le service de santé mentale de l’hôpital de San Isidro a déjà par le passé accueilli a plusieurs reprises des internes français pour des stages de durée variable (cf retour de stage). Le docteur Guillermo Belaga, chef de service et le Pr Juan Carlos Stagnaro, président de l’Association argentine de psychiatrie, sont désireux de voir ces échanges se poursuivre et se renforcer.

Pour partir, il existe deux possibilités

- partir au cours d’une disponibilité d’un semestre, en organisant un stage d’une durée variable.

- effectuer un semestre complet, validé et financé, dans le cadre des « budgets sac-à-dos »proposés par le bureau des internes de l’APHP. Pour cela il est nécessaire de remplir un dossier comportant l’accord du coordinateur de DES de la région d’origine, ainsi que celui du chef de service de l’établissement d’accueil. Ce dossier doit être envoyé avant le 30 novembre pour le semestre d’été, et avant le 30 mai pour le semestre d’hiver. Il est ensuite soumis à l’acceptation du bureau des internes. Cette possibilité est réservée aux internes ayant déjà validé plus de 5 semestres…

En plus du stage, il est possible d’accéder à la très riche activité intellectuelle porteña, en assistant à un grand nombre de séminaires, pour la plupart en accès libre.

Il s’agit d’une expérience enrichissante, de pratique et de découverte de la psychiatrie dans un contexte culturel et social différent, dans un pays conservant une forte tradition clinique.

Pour plus de renseignement écrire à isabellesalmona@gmail.com

 

Retour de stage

ESTELLE BRENON – 2007

Période : du 05 Novembre 2007 au 26 Février 2008.
Lieu : San Isidro, Hospital General, Service de Santé Mentale (Salud Mental).

Activités :
– majoritairement , suivi en consultations de patients ayant des troubles psychiatriques de tous types, en doublon avec le Docteur Emilio Vaschetto, de 10h à 13h, du lundi au Vendredi sauf le jeudi.
– Participation au staff de 9h à 10h au cours duquel l’équipe soignante (psychiatre, Interne de psy, psychologue) discute des patients hospitalisés aux urgences ainsi que des patients suivi en liaison, et hospitalisés dans des services de médecine ou chirurgie.
– Quelques matinées aux urgences
– Quelques consultations de psychiatrie de liaison
– Participation aux séances de supervision après13h
– Présentation d’une bibliographie
– Participation au cours théoriques une fois par semaine le mercredi matin.
– Participation ponctuelle à un groupe de parole des patients dits « incurables » avec 2 psychologues et un psychiatre
– Visite d’un appartement thérapeutique (maison où vivent 4 patients atteints de psychose chronique)

Le stage était non rémunéré et non validé par le système français. C’est dans la cadre d’une disponibilité de six mois que je l’ai effectué avec un financement totalement personnel. Je suis partie seule. Les objectifs initiaux de ce voyage étaient d’apprendre l’espagnol et de vivre une
expérience de décentrage en immersion quasi totale, dans un nouveau pays, une nouvelle langue et une autre culture. Le stage en psychiatrie répondait parfaitement à ces deux objectifs.

L’accueil, la formation et l’accompagnement d’Emilio ont été extraordinaires. J’ai été initié à l’approche psychanalytique lacanienne « pragmatique » dans un cadre de prise en charge psychiatrique à l’hôpital public, ce que je n’avais pas vu en France jusqu’alors dans les stages où je suis passée.
J’ai aussi pu réaliser ce qu’était un suivi ambulatoire, après avoir passé quatres semestres en service hospitalier en France. J’ai mesuré l’importance et l’influence de l’organisation du système de soins en le comparant au système français, aussi bien sur l’accès aux soins, le savoir-faire avec peu de moyens, la place centrale de la clinique et du traitement par la parole, dans un pays où il n’y pas de couverture sociale satisfaisante et où l’accès aux traitements médicamenteux est totalement dépendant des revenus des patients ou de la « générosité » des laboratoires. Les « résultats » n’étaient pas très différents de ceux que j’avais pu voir en France.

Pendant quatre mois, j’étais en grande difficulté pour communiquer avec les patients, étant novice en espagnol, ce qui m’a permis de perfectionner mes compétences en langage non verbal, de modifier mon  rôle dans la relation médecin-malade où les pouvoirs et savoirs sont souvent très déséquilibrés. Expérience riche et nouvelle que je garde en tête dans ma pratique quotidienne. Parler de la Tour Eiffel à un patient psychotique argentin qui vous reprend sur le vocabulaire, c’est rare et précieux !

Le stage , bien que non validé, m’a permis donc d’apprendre la langue, de m’immerger dans le pays et d’apprendre énormément autour de la psychiatrie à tous points de vue. Le stage a fait partie intégrante d’un voyage de cinq mois et demi. Vivre à Buenos Aires a été l’occasion de s’adapter à une vie nouvelle, trouver un logement, rencontrer les commerçants du coin, construire une petit quotidien tout en découvrant sans discontinuer toutes les richesses de la ville. Car la ville elle-même est immense, grouillante de vie 24h sur 24, regorgeant de spectacles, concerts, centres culturels, de danse et de musique, de librairies, de stades, de parcs verdoyants, d’immeubles géants et de maisons bourgeoises. Chaque quartier (barrio) a sa vie, son architecture, son type de population, son ambiance. C’est un patchwork infatigable d’influence mixte européenne et latinoaméricaine. Un « Quilombo », comme ils disent, où il  faut bien plusieurs mois pour s’y retrouver. Après plusieurs mois de stage, dans l’ambiance énergique mais peu reposante de la mégalopole, il a été fabuleux de découvrir le reste du pays qui lui aussi est extrêmement varié. D’Ushuaia, en passant par les bijoux de la Patagonie, à la découverte de la Quebrada de las Conchas, puis de Humauaca en terminant par les Chutes d’Iguazu et les missions jésuites en ruines, ce fut un voyage inoubliable.

Je remercie le Professeur Stagnaro de m’avoir permis d’effectuer le stage, le Docteur Vaschetto qui m’a transmis son expérience avec une grande patience et gentillesse, le Docteur Mahieu de m’avoir orienté vers les bonnes personnes pour vivre cette expérience, expérience qui a été bien plus qu’un stage mais un passage unique de ma vie qui y a changé beaucoup de choses.

Retour de stage

CLEMENCE D’AUTUME – 2006

« Après un an d’internat en psychiatrie à Paris, une envie d’explorer d’autres horizons et de découvrir une autre pratique de cette spécialité m’a amenée à ouvrir une carte du monde à la recherche d’une destination.  Où aller ? Dans un pays emprunt d’une culture psychiatrique riche et présentant, également, un attrait touristique. Buenos Aires, la capitale où le nombre de psychologues par habitant est le plus important au monde, s’est imposée. Une rencontre avec des membres de l’Association franco-argentine a achevé de me convaincre et m’a permis de concrétiser ce projet.

J’ai  été accueillie , en tant qu’interne, dans le service de santé mentale du Dr Belaga à l’Hôpital Public de San Isidro pour une durée de quatre mois. J’ai  participé aux  différentes activités de ce service, en étant accompagnée d’un psychiatre, d’un psychologue ou d’un des internes. Les situations de crises aux urgences ou en consultation font souvent référence à un contexte culturel et social que j’ai pu découvrir peu à peu avec l’aide des professionnels du service. Les consultations de suivi avec le Dr Emilio Vaschetto – qui a toujours su prendre le temps de me faire partager ses connaissances – m’ont permis de suivre l’évolution de ses patients. Ceux-ci s’étant habitués à ma présence et à mon accent très reconnaissable, j’ai pu avec le temps participer davantage à leur prise en charge.

Malgré un contexte socioculturel différent, la pratique argentine de la psychiatrie m’a paru similaire à celle que je connaissais en France,  notamment au niveau de l’organisation du service, de la définition des pathologies et de leur prise en charge. J’ai néanmoins été particulièrement frappée par la qualité de la relation médecin-patient. La proximité et la facilité de contact que l’on observe dans la vie quotidienne en Argentine se retrouve naturellement en psychiatrie.  Embrasser et tutoyer certains patients, ou laisser parfois « filer » la conversation, m’a paru très surprenant au départ. Mais cela ne pourrait-il pas faciliter la relation de confiance entre le médecin et son patient et ainsi améliorer l’observance des patients chroniques ? De plus les argentins  semblent  montrer moins de réticence à consulter et en parlent plus ouvertement. Ainsi, là-bas, on ne dit pas « je vois quelqu’un » mais simplement « estoy en terapia ». Il m’a semblé que cette facilité à parler de soi sans pudeur ni tabou pouvait faire avancer plus rapidement la prise en charge dès les premières consultations.

La découverte d’une nouvelle culture et d’une approche différente de la psychiatrie s’est révélée réellement très enrichissante. Je serais très contente d’aider tous ceux, argentins ou français, qui souhaiteraient vivre cette expérience afin de développer davantage les relations entre ces deux pays.